La riqueza
caribeña, particularmente, la escena del tectón montañoso conocido como El
Curro, cual sonrisa blanquecina deja ver su blanca entrañas cortejada por las blanquecinas
espumas y las azules aguas de la profundidad reflejan el cielo en la tierra en
la bahía de Neiba.
Así partea
el sol cada día, va tallando montañas en la oscuridad y luego baña de oro las
olas marinas, en Barahona podemos encontrar una vida nueva cada día, renovada
es lo
que se respira en la llamada Perla del Sur.
que se respira en la llamada Perla del Sur.
Una muchedumbre
de hombres y mujeres nos convertimos en un ejército anti-delincuencial todas
las madrugadas, tejiendo una estructura social solidaria, alegre y folclórica, “Neillis
Padilla”, el del “Cocolillis” con su “Brugalillis”, jocoso nos educa recordándole
a los que ignoran dar los buenos días, que el saludo es salud para el que lo da
y para el que lo recibe, el Bulevar Maria Montez es el lugar donde cada
madrugada enriquecemos nuestra existencia.
El Bulevar María
Montez mas de 400 millones invertidos con más de 3 meses abandonado en su
totalidad las piedras depositadas por las lluvias de noviembre todavía moran
arriba de la grama, todas las maquinas reparadas por nosotros mismos están
inservibles las 345 palmas a 15 mil pesos cada una van muriendo como lo hace el
Bulevar, parece si la misión de los responsables fuera desaparecerlos. Dicen que
le dan más de 200 mil pesos al Clúster Ecoturistico y productivo y el abandonado
en su totalidad. Una esperanza nace con las canciones de Diego Cirgala y Andrés
Calamaro:
“yo tengo tantos
hermanos, que no los puedo contar, en el valle, en la montaña y en el mar,
Cada cual con sus sueños, con su trabajo, con la esperanza
delante y con los recuerdos detrás; Yo tengo tantos hermanos que no los puedo
contar…
Gente manos calientes, por eso es la amistad, un rezo para rezar,
un llanto para llorar con el horizonte abierto que siempre está más allá, y esa
fuerza para buscar con tesón y voluntad cuando parece más cerca es que se aleja
más;
Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar…”
En
nuestro regreso las hermosas flores de Hibiscus, el olor del chocolate con
jengibre y el profundo olor de la lipia meliflua para las abejas nos despiertan
los 5 sentidos y un chin más, gracias a la vida que nos ha dado tanto. Oh tristeza,
el 30% del agua potable la vemos correr por los contenes covirtiendose en
miasmas, nichos de mosquitos y los vecinos de la calle Uruguay esperando la
interconeccion con el agua de la General Cabral.