Que
difícil llegar a San Cristóbal, verte nacer y hoy velarte frente al Loyola que
contribuyó a que hoy fueras ese ingeniero brillante que demostraste ser.
Querido Saúl Volquez no entendemos la voluntad de Dios pero como nuestro primo
padre José Vólquez decía estas en mejor lugar, y estoy convencida que tu alma
no se perdió, que moriste como el ángel que fuiste para tus padres, hermanos y
familiares, siempre tan ecuánime y mediador. Convencida que no he visto justo
desamparado te pido mi Dios una gracia especial para las familias Volquez
Espinal y Gómez Espinal. Qué ironía la vida hoy enterraremos tu cuerpo día del
natalicio de esa gran mujer que fue abuela Flor. Mi Dios gracias por la vida de
Saúl y danos ese amor y solidaridad que el albergaba en su corazón noble. Que
brille para ti la luz perpetua, Descansa en Paz!!!