Opinión
8:35 PM -
14/2/2011
Amor, amistad, solidaridad en su día
Amor, amistad y solidaridad sentimientos humanos ideas e ideales del ser social, consustanciales a nuestros orígenes incubadas en bellezas mas duraderas.El amor en sus dos expresiones: eróticas y afectivas, es el germen y continuidad de la vida. La fabula serpentina de la culebra unificadora del tiempo y el espacio enlazando a Eva y Adán, cristalizando el pecado, de donde surgimos nosotros, la sinergia mas hermosa, cual elixir eterico-dopaminoso, toca las puertas de la anhelada felicidad.-La flor escapando olor y dispersando su polen o las abejas libando para fecundar el ovulo que germinará en el útero de plantas, animales y humanos.
La sociedad cual bosque, compuesta por una cascada de ecosistemas, cual colmena de abejas, viaja decenas de kilómetros libando polen, cual turbina, transforma la jalea real, fertiliza, incrementa la producción y las cosechas, con la energía solar en alimentos para combatir la pobreza material, marcadora de las neuronas cerebrales traduciéndonos en egoístas y comparones.
Los dominicanos, la otrora isla Hispaniola, en particular la Región Enriquillo, sede del cacicazgo de Jaragua donde primero se cruzaron europeos y nativos tenemos la memoria histórica de mayor solidaridad frente a los escualidos y menguados descubridores.
La existencia de agua, alimentos, condiciones ambientales apropiadas y una flora y fauna con grandes migraciones acuáticas de jaibas, camarones, cangrejos, hicoteas, iguanas, caimanes, aves flamencos, bubies, palomas tan abundantes que sus pichones se usaban para alimentos de puercos. Igual sucedió con las manadas de burros, caballos, chivos, vacas y puercos cimarrones, componentes naturales de nuestra reserva de la biosfera 412.
Nuestra mística, con su aura energética y el ángel de mi guarda, que al decir de Tía Marina, no me desampara de noche, ni de día. Nos hace percibir esa energía avalada por la abundante mastica, es un estimulo para el amor, la amistad y la solidaridad.
El amor moviliza los 5 sentidos y el sexto, manifiesto cuando pensamos en el ser amado, separado en tiempo y espacio, pero no olvidado, apenas elucubramos, cuestionamos la fidelidad, hace presencia ese halo energético, un olor, en una figura, en un sueño que expresa nuestras aspiraciones o deseos reprimidos.
La amistad, esa que nos hace cruzar montañas, valles, ríos, playas y mares, y penetrar en la gélida capital inglesa de Londres, donde una amiga cuela café, aquí en Barahona, la perla del sur ipso facto, escribo, me huele a café y no es de muerto. Las vecinas están caminando y mi interlocutora me contesta en el acto, ahora mismo, estoy libando una taza de café recién colado.
Ayer la solidaridad se manifestó en los jardines del teatro nacional compartiendo un efusivo saludo con Danilo Medina, orlado por el himno de vida hecho canción HOY PUEDE SER UN GRAN DIA, Interpretada por Joan Manuel Serrat.
Hoy, mientras me vestía para asistir a un funeral, recibo esa llamada anónima, que mi memoria análoga rebusca el agradable timbre de su voz, para localizar la a que persona corresponde. Desde Cotui reivindicaba la defensa del cementerio de los Americanos, la voz que 42 años atrás, mostró la mayor solidaridad, a los estudiantes de agronomía del Loyola, cuando reflexioné, ya la masa sin catera y que el puede manejar, absorbió esa energía, solo pude comunicarme con el amor de toda su vida, humilde, solidaria y honesta mujer, su esposa Doña Rosa Grullón de Mejía.
En tiempos del emperador romano Claudio III (tercero), tres siglos antes de Cristo, necesitaban hombres para la guerra, se le prohibió casarse y el padre Valentino, opto por cristalizar el amor, entre hombres y mujeres en la clandestinidad.
Carlos tercero, le invitó a que formara parte de su corte, para que salvara su vida y aquel sacerdote, prefirió la muerte a dejar de hacer matrimonios, de ahí el origen de san valentín que lleva un arco y una flecha que hechiza los corazones enamorados, como aquella amada, que en una penca maguey escribí su nombre, juntito al mío y cada hoja que brotaba lo traía tallado, como reverencia a la ley del monte, testigo de los amores más profundos.
Los países europeos mas avanzados afianzaron el intercambio de regalos y afectos, más tarde en 1840 en los Estados Unidos se institucionalizaron las tarjetas, hoy coexiste el clic cibernético con su memoria digital, fría y eficiente, y la de los sentimientos, la de los 5 sentidos y un chín más, la memoria análoga, la social, la histórica y cultura, la del amor.
Hoy el planeta tierra y su bóveda de 10 metros de altura, sigue generando ese halo energético menor de 10 hercios, que nos permite ese toque dopaminoso, que abre las puertas a la generación de endorfinas, capsulas de felicidad.
Desde oriente hasta occidente, desde China hasta Dominicana, la del solidario Braulio Garrido, en Cabeza de Toro, y desde el polo ártico hasta, el antártico, desde Islandia hasta Chile, los fenómenos naturales, nos llaman a proteger el planeta y la humanidad, con la solidaridad que lo hace el ejercito de las batas blancas. GRACIAS A LA VIDA QUE NOS HA DADO TANTO Y A FLOR MARIA Y MARINA, QUE NOS ENSEÑARON: QUE NO SE PUEDE CAMBIAR EL JUICIO POR BRILLO.
En el instante que acabo de corregir esta expresión, profundamente acabada de mi existencia, recibo allende los mares, envuelto en un copo de energía, el estimulo para a mi sesenta años, seguir viviendo, el correo electrónico, reflejos, se me engranoja la piel, se me vuelve de gallina.
Autor: David Vólquez
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