NEIBA
PROVINCIA BAHORUCO, REPUBLICA DOMINICANA
3
DE ENERO 2014
POR
JOSE ANTONIO MATOS PEÑA
Fuego
a la Caña...

En los campos de cañas de la población de Batey
número dos, observamos una parafernalia de equipos, vehículos y escaso
personal, como es su modus operandi, unos incipientes fuegos aparentemente bien
ordenados para una quema efectiva y total de los campos y equipos bien
instalados como en posición de entrada al corte tan pronto cese el infernal fuego
que vimos desarrollarse en cuestión de escasos minutos. En nuestro paso hacia
Neiba, ya por la entrada a la recta del Salado, menos de un kilómetro del
siniestro, era insoportable la lluvia de guachipas (cenizas) que caía al suelo.
Cuanta pérdida se da con estas quemas de la caña y
con ella, inmensa cantidad de oxígeno menos para la vida, productos nocivos
para el ambiente, como el dióxido de carbono y por qué no, trazas del letal
monóxido de carbono.
Entre las perdidas agregables a este rosario de daños
podemos recordar que parte de esos productos comestibles y utilizables
industrialmente y cuando menos, en la producción de energía eléctrica, la
desaparición del ganado, ovino, caprino y vacuno, que consumían parte de ese
despojo de la caña, con la que vivían y se criaban esa inmensa población
desnutrida de los campos de cañas.
La salud, principalmente respiratoria y ocular que
se sufre en esa zona, no es menos importante, así como la fauna y parte de la
flora que se calcina en esa zona del país, enclavada por cierto, en los
alrededores de la Biosfera 412.
Este dispendio de
recursos naturales, que trocha además la posibilidad de una necesaria mano de
obra que otrora era el resorte
amortiguados de una población haitiana inmigrante permanente, que al perder
esta oportunidad que le quita la máquina y Vulcano(el dios del fuego) se
trasiegan por doquier en busca de oportunidades, poblando el territorio
Dominicano en demasía.