El imponente mar caribe, cortejado por hermosas palmas canas, con sus hojas cual cabellera y su tronco similar cuerpo de morena nativa, movilizándose al ritmo de un merengue de los 80 y el horizonte bañado por un sol caribeño radiante, cual gran escenario de libertad, entramos en escena, quien escribe, representante de lo análogo, sentimental y que frecuentemente se me pone la piel de gallina. Ellas un cuarteto de amigas que por mas de 15 años han superado los vaivenes de la adolescencia y juventud proyectándose con una muestra de valores coherente, acorde con su época digital.
Al revisar mis correos electrónicos, tengo intercambio con una joven adicta a la memoria digital, con la cual hemos llenado burbujas platónicas, que se traducen en fuentes de relajamiento, terapia, cuando me pregunta: ¿papi que haces, ya desayunaste, ya almorzaste, ya cenaste? provocando cascadas de sonrisas dopaminosas, endorfinosas repletas de felicidad.
La sorpresa, es que el papi de hoy, es de la hija mayor, Flor María para recordarme el cumpleaños de Olga Estefana, mi clon sanguíneo y cultural.
Después de un encuentro fortuito, con una hermosa joven hija de los pocos funcionarios de este gobierno que honran al profesor Juan Bosch, quien tiene viejas y fuertes contradicciones con los privatizadores que hacen carroñas ,tanto del PRD, PLD y la bisagra Reformista.
Un botón de lo dialéctico de la vida, en medio de la podredumbre se genera el ser que niega lo que es cotidiano, los que pasan por el lodo sin embarrarse.
En mi lucha por empatizar mi memoria análoga con la digital de mis hijas y sus amigas, Olga de cumpleaños hoy, y sus amigas Nefi, Nadiwska, y Diana. Hago jocosidades y paralelismos que convergen el Papi virtual y el papi afectivo análogo, con la advertencia del el corillo, que puedo caer en una trampa generacional, donde con un clip puedo romper las burbujas de toda una vida y quedar pintado con agua, en la ruta de mis amores.
Es momento de alabar la racionalidad del vehiculo pequeño, economico y versátil que nos transporta. La repuesta es unánime y en coro me responden: “hemos cogido mucho calor y música alta, necesitamos un vehiculo mas grande, para salir a la hora deseada”. Poco entusiasmó levanta mi teoría economista y de racionalidad de la sostenibilidad del planeta de mis tesis.
Testaruda es la vida, disfrutando del malecón de la capital y comparado las azules aguas del mar de Barahona, pese a la contaminación por las aguas residuales.
Dejando atrás, las figuras inmortales de las Hermanas Mirabal, en el obelisco, somos recibidos por un concierto de balazos entre la policía y Chóferes desaprensivos, antes de 3 minutos se valido nuestra tesis del vehiculo pequeño. Jeepetas y otros tipos de vehículos se enredaban para devolverse, mientras nosotros con la agilidad del agua fluíamos por una vía alterna, alertando a los policías sobre el incidente dejado atrás.
La adrenalina y la catecolamina fue un paréntesis en nuestro dopaminosa día, con una abundante comida china cortejada por los afectos de la esposa de Iván, procedente de china continental. La tarde prosiguió, la fiesta con un festival de foto tomadas en las estatuas de los personajes chinos de la antigüedad que ilustran el Barrio chino.